Este juego de herramientas ha sido producido por la Campaña Mundial por la Educación (CME) en colaboración con ActionAid International (AAI), la Internacional de la Educación (IE) y con la financiación de la Alianza Mundial por la Educación (AME). Tiene por objeto apoyar a las organizaciones de la sociedad civil y a los activistas por la educación de países de ingresos bajos y medios para su lucha y sus campañas respecto a asuntos relacionados con la financiación de la educación, como área de enfoque estratégico del movimiento CME. También es el resultado de un creciente interés en la defensa en relación a la financiación interna de la educación, tal como fue identificado por el programa del Fondo de la sociedad civil por la educación (FRESCE) de la CME (sitio Web de la CME).
La CME, AAI y IE lanzan estas herramientas mientras el mundo se embarca en la difícil tarea de poner en acción el recientemente acordado Objetivo de desarrollo sostenible 4 (ODS 4) y el Marco de Acción (FFA) de la Educación 2030, que le acompaña. El ODS 4 y el FFA contienen compromisos colectivos para garantizar una educación inclusiva e igualitaria de calidad y un aprendizaje de por vida para todos y todas, para 2030. En reconocimiento del hecho de que esta agenda ampliada necesitará más fondos para la educación, el FFA establece puntos de referencia financieros que comprometen a los gobiernos a dedicar al menos el 4-6 % del PIB y el 15-20 % de los presupuestos totales, a la educación, y subraya los recursos locales como la vía más importante para la financiación de la educación. Además, con el objeto de abordar problemas de calidad y equidad en educación, el FFA reconoce que existe la necesidad de una mayor eficiencia, un gasto mejor dirigido y un aumento de la responsabilidad (UNESCO, 2015a).
La sociedad civil puede – y debe – jugar un papel fundamental en esto, lo cual requiere la creación de una base sólida de evidencias sobre la que conducir la lucha y presionar a los gobiernos para que proporcionen fondos suficientes para la educación, principalmente local, complementada por apoyo externo cuando sea necesario. Se espera que estas herramientas ayuden a generar conocimiento y capacitación, de modo que lo activistas y los defensores de la educación de todo el mundo en desarrollo pueda responsabilizar a sus gobiernos de una forma más efectiva