16 Diciembre 2024

El 10 de diciembre de 2024, para celebrar el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) adoptada en 1948, nuestra Directora, Delphine Dorsi, intervino en un seminario organizado por la Red Irlandesa para la Educación Mundial sobre «La educación: un derecho humano amenazado», donde destacó la importancia de la educación como derecho humano fundamental. El acto reunió a expertos y defensores para debatir sobre las garantías y obligaciones vinculadas a este derecho, el papel de los Estados y las partes interesadas en su realización, y las crecientes amenazas que el cambio climático supone para la educación, con Insights from COP29.

Ponke Danker, de la Irish Network for Education Worldwide, inauguró el seminario celebrando el aniversario de la DUDH y subrayó la importancia, a menudo ignorada, de defender el derecho a la educación, tal como se establece en el artículo 26 de la Declaración.

Delphine Dorsi, nuestra Directora, hizo hincapié en la importancia de la educación para la formación de las personas y la sociedad, citando a Nelson Mandela: «La educación es el arma más poderosa que tenemos para cambiar el mundo». Dorsi demostró que la educación tiene un poder transformador que va más allá del cambio social y se extiende al crecimiento personal, lo que la hace indispensable para crear un futuro más equitativo y sostenible. En el contexto actual, con amenazas crecientes como la financiación inadecuada, la privatización y el acceso desigual, la educación y la declaración de Mandela siguen siendo cruciales para los grupos marginados, entre ellos las niñas, los niños con discapacidades y los inmigrantes.

Delphine afirmó con firmeza que la educación no es un privilegio, sino un derecho humano, recogido en el artículo 26 de la DUDH y reforzado por diversos tratados internacionales y regionales, como la Convención sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Estos marcos obligan a los Estados a garantizar el acceso, la calidad y la no discriminación a, en y a través de la educación.

Subrayó que el derecho a la educación no termina en la escuela, sino que es un derecho para toda la vida, desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida, a través de la educación formal e informal. Destacó las cuatro características del derecho a la educación, las «4 A»: Disponibilidad, Accesibilidad, Aceptabilidad y Adaptabilidad. Para que la educación tenga sentido, debe ser gratuita, inclusiva y adaptada a las diversas necesidades.

Sin embargo, numerosos retos amenazan la realización de este derecho, muchos de ellos exacerbados por el cambio climático. El hacinamiento en las aulas, la escasez de profesores y las infraestructuras inadecuadas comprometen la calidad de la educación. Muchos niños siguen sin ir a la escuela, especialmente las niñas, que a menudo se enfrentan a barreras sistémicas. La privatización, que trata a los estudiantes como consumidores, corre el riesgo de profundizar la desigualdad y debilitar el estatus de la educación como derecho universal. Aunque la tecnología ofrece oportunidades, sobre todo para los alumnos con necesidades especiales y los que viven en zonas remotas, también plantea riesgos, como la preocupación por la privacidad de los datos y la posible sustitución de profesores humanos.

Erin Robyn O'Riordan, una voz joven y miembro de Plan International Irlanda, reflexionó sobre la intersección de la educación, la justicia climática y la equidad social, tras su participación en la COP29. Expresó su decepción por la insuficiente atención prestada al derecho a la educación durante la COP 29, abordando la necesidad de invertir en educación para preparar a los jóvenes para la acción climática. Argumentó que el acceso a la educación capacita a las comunidades marginadas para participar en soluciones globales y cambiar las prioridades de la sociedad.

Continuó afirmando que la educación es un derecho humano fundamental y forma parte de la lucha por la liberación colectiva. Desgraciadamente, el derecho a la educación puede minimizarse a menudo junto a otros derechos que son más críticos a corto plazo. Pero los derechos son interseccionales y todos tienen la misma importancia».

También sugirió libros para que jóvenes y niños aborden la justicia climática: No es tan radical: Climate Action to Transform Our World y Climate is Just the Start, de Mikaela Loach.

Anfal Saquib, primera responsable de respuesta a emergencias de La educación no puede esperar (ECW) habló sobre el devastador impacto del cambio climático en la educación. Desde 2022, más de 400 millones de estudiantes han tenido que cerrar sus escuelas debido a condiciones meteorológicas extremas. Subrayó que la crisis climática es una crisis educativa que se pasa por alto en la agenda climática. Salvaguardar el derecho a la educación implica acceso y continuidad, calidad, un entorno seguro y resiliencia. A medida que avanzan nuestras capacidades tecnológicas, a veces es posible llevar a cabo acciones anticipatorias, en las que somos capaces de predecir algunos desastres climáticos con antelación y actuar en consecuencia. También es esencial proporcionar financiación específica para salvaguardar la educación en situaciones de crisis, e insistió en que la continuidad de la educación es esencial para crear resiliencia a las crisis climáticas.

Colin Matthew, responsable ejecutivo de la Federación de Profesores de Secundaria de Ontario y afiliado a la Internacional de la Educación, ofreció una perspectiva sobre la intersección de la educación y el cambio climático. También criticó la COP29 por no abordar el derecho a la educación. Subrayó la necesidad de la educación climática en todos los planes de estudio para que los estudiantes puedan participar en los complejos retos mundiales, la cooperación mundial y la supervisión de la educación, así como la formación de los docentes, donde tendrán el papel esencial de defender las necesidades de los estudiantes y la educación sobre el cambio climático.

El seminario concluyó con un llamamiento a la acción: la educación debe ser una prioridad, los Estados deben dar prioridad a su financiación, reforzar las políticas para garantizar el acceso e integrar la educación en soluciones sociales y medioambientales más amplias. La educación, como derecho humano universal, no es un mero objetivo político, sino la base para construir un futuro justo, sostenible e integrador. Ante los crecientes retos mundiales, salvaguardar el derecho a la educación es esencial para empoderar a las personas, fomentar el progreso colectivo y garantizar que nadie se quede atrás.

Puede ver el seminario en youtube: Grabación del evento del Día de los Derechos Humanos