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El “Impuestos, privatización y derecho a la educación: Influir las políticas de financiamiento de la educación” es un proyecto multinacional que busca asegurar que todos los niños tengan un mejor acceso a la educación pública de alto nivel financiada por un mayor apoyo gubernamental y aumentos de ingresos fiscales justos. Pueden leer mi artículo anterior en el blog para más detalles sobre este proyecto.

Para alcanzar este objetivo, los cuatro países (Kenia, Pakistán, Ghana y Uganda) acordaron reunir evidencias en el ámbito local sobre la financiación de las escuelas públicas, el costo de la educación por hogar y su impacto sobre el derecho a la educación. También acordaron analizar las leyes y políticas de educación relativas al financiamiento de la educación y el papel de los proveedores privados, incluyendo la recolección de evidencias a nivel nacional para explorar los recursos que podrían ponerse a disposición del gasto educativo en caso de que aumentase la proporción del presupuesto destinada a la educación y, en particular, si pudiera aumentarse el tamaño del presupuesto mediante la reducción de los incentivos fiscales otorgados a las empresas multinacionales. La incidencia nacional e internacional se basará en esta evidencia.

Pero no es suficiente hacer investigación y recolectar evidencias, ya que es improbable que los gobiernos hagan cambios significativos a menos que exista una demanda pública. Por eso este proyecto también pretende construir un movimiento que reclame el derecho a una educación gratuita y de buena calidad en las escuelas públicas para todos los niños. La manera en que estos cuatro países desarrollarán este movimiento basado en la evidencia recolectada a nivel local y nacional incluye:

• Aumentar la concienciación de las personas en la comunidad sobre su derecho a una educación gratuita y de buena calidad, y el papel de la imposición progresiva en la generación de los recursos para financiarla.
• Desarrollar la capacidad de las comunidades, para que puedan exigir rendición de cuentas en la provisión de educación gratuita y de buena calidad.
• Creación de una fuerte y amplia demanda de justicia tributaria, que incluya fondos destinados a la educación pública gratuita y de buena calidad.
• Abogar por la creación y aplicación de leyes y políticas para mejorar la educación pública y regular las escuelas privadas.

Durante las reuniones celebradas a nivel local para capacitar a los recopiladores de datos y sensibilizar sobre el derecho a la educación, se compartieron varios testimonios con facilitadores de la comunidad. A continuación se presentan dos de esos testimonios que demuestran la desesperación de muchos padres que están perdiendo la fe en la educación pública y están siendo seducidos por la promesa de una educación de mejor calidad en las escuelas privadas. Los Estados no se están tomando debidamente en serio sus obligaciones de garantizar el derecho a la educación y, como resultado, los padres tienen que hacer enormes sacrificios para no caer en la educación de baja calidad proporcionada por escuelas públicas crónicamente infrafinanciadas. Esta brecha de financiación es el problema que nuestro proyecto pretende resolver. Ningún padre debería tener que pasar apuros financieros para que sus hijos puedan disfrutar de su derecho a la educación.

Robert es un padre de una aldea en el distrito oriental de Kuria, Kenia. Tiene hijos que actualmente asisten a una escuela privada local.

“Mis hijos no estaban teniendo un buen desempeño en la escuela pública local porque los maestros tenían a muchos niños a los que enseñar, por lo que no podían darles a todos la atención que necesitaban. La escuela nos cobraba pequeñas tasas, como por ejemplo, debido a un déficit de maestros, nos pidieron que cubriésemos el costo de maestros locales adicionales. Sentí que para que mis hijos pudieran escapar de la dura vida que yo tuve, tenía que trabajar duro y pagar para que pudieran asistir a escuelas privadas donde los maestros les puedan dar atención individual, para que aprueben sus exámenes y acaben ingresando en la universidad, con el objetivo de que tengan vidas mejores”, dijo Robert.

Actualmente Robert paga ksh 15.000 (£102) en tasas al año para que sus hijos asistan a la escuela privada. Él cree que se necesitan más fondos para mejorar la infraestructura y las condiciones de trabajo de los maestros para que los padres recuperen la confianza en la calidad de la educación de las escuelas públicas. Se refirió a las recientes huelgas en escuelas públicas donde los maestros exigían salarios justos y mejores condiciones de trabajo, con el fin de mejorar la calidad de la educación en las escuelas públicas.

Ilyas, un agricultor, vive en un pueblo cerca de Karachi, Pakistán. Tiene siete hijos; el mayor tiene dieciocho años y el menor tiene dos. Sus hijos estaban matriculados en una escuela del gobierno cercana. Sin embargo, no estaba satisfecho con el desempeño de sus hijos en la escuela debido a la falta de maestros. Estaba preocupado por el futuro de sus hijos. Como muchos otros padres en Pakistán, tomó la difícil decisión de dar prioridad a uno de sus hijos, Naeem, de 10 años, sobre sus otros hijos, con la creencia de que una educación privada le proporcionaría un futuro mejor.

Naeem asistió a una escuela privada en la ciudad de Makli, Thatta. Esto le costaba a Ilyas 3.000 rupias (£19,8) incluyendo tasas, transporte, libros y dinero para gastos personales. Ilyas gana alrededor de 10.000-12.000 rupias al mes (£66,1- £79,3) y le quedaba muy poco para mantener al resto de su familia. Después, al igual que muchos otros padres que han tomado decisiones similares, se dio cuenta de que no podía permitirse llevar a Naeem a la escuela privada y tuvo que enviarlo de vuelta a la escuela pública.

Sin embargo, Ilyas reconoció que no tiene ninguna expectativa de que la escuela pública pueda proporcionarle a Naeem o a sus otros hijos un futuro más allá de convertirse en un jornalero como él mismo.

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María Ron-Balsera es Coordinadora de Investigación e Incidencia de Right to Education Initiative